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Proyectan arquitectura resiliente para Nanawa
Asunción

Proyectan arquitectura resiliente para Nanawa

“Waterproof: hacia una arquitectura resiliente” es la propuesta de Viviana Pozzoli para disminuir el riesgo de catástrofes por riadas en Nanawa, ciudad que no cuenta con instrumentos, planes ni medidas apropiadas para solucionar o reducir los desastres sufridos por las inundaciones.

La resiliencia es la capacidad de una persona o de un material a adaptarse a las circunstancias del entorno como una amenaza climatológica. Precisamente, hoy el término puede ser aplicado al desarrollo de la arquitectura moderna.

Viviana Pozzoli ha creado una alternativa de solución aplicada al diseño urbano, en especial a la localidad de Nanawa, para adaptarse a las inundaciones y que además promueva su desarrollo económico y social, requisitos necesarios para la sostenibilidad.

“Waterproof es un proyecto arquitectónico, con ubicación y funciones programáticas estratégicas, que contempla la instalación de una estación multimodal, una plaza y un mercado municipal», refirió la postulante al título de arquitecta por la Universidad Católica/Campus de Asunción.

Indicó que su proyección es que la arquitectura tenga la posibilidad de ser modificada o transformada por el usuario según sus necesidades- «Que sea flexible y útil a la sociedad por mucho más tiempo del estimado en el momento de su concepción», completó.

En esa línea, plantea la utilización de madera en las construcciones, puesto que como materia prima tiene baja emisión de gases invernaderos, es renovable y biodegradable, características que la convierten en un recurso apropiado para el reciclaje.

“Eso significa que la urbanización con madera evita las demoliciones y su correspondiente impacto ambiental, facilita el ensamblaje y un posible futuro desarme. Así se evitaría convertir las edificaciones de cemento en una montaña de escombros al haber cumplido su ciclo de utilidad.

«A PRUEBA DE AGUA». Las inundaciones por riadas son fenómenos naturales debidos a la crecida de un río que condiciona la formación de planicies aluviales, cercanos a los cursos de agua periódicamente inundables.

Este fenómeno es la mayor amenaza de catástrofe natural en el mundo pero también en el puerto Nanawa, ya que la mayoría de las casas se construyen cerca del río o en deltas sin la condición adecuada para reaccionar de manera eficiente ante la presencia del agua.

“Buscamos promovel el uso del agua como aliada de la ciudad, que genere el escenario idóneo para el desarrollo de la producción local y que propicie un alto grado de cohesión social, característico de espacios públicos de calidad”, explicó Viviana.

Refirió que la arquitectura «a prueba de agua» puede convertirse en ejemplo asequible para los pobladores de Nanawa como alternativa de construcción para viviendas, escuelas y otros emprendimientis que deben hacer frente a las crecidas de los ríos Paraguay y Pilcomayo.

En las ciudades, las inundaciones se presentan como un evento que trae pérdidas económicas y desequilibrios sociales. En el 2014, hubo 246 mil personas afectadas, de los cuales casi 8 mil son de Nanawa. Entonces, el 90% de la ciudad quedó bajo agua.

Por ello, es necesario incorporar estrategias públicas eficaces que atiendan problemas emergentes relacionados con el agua ya que tienen sus raíces en la acción irreflexiva, gobierno inadecuado o falta de información en cuanto al alcance de los efectos de riesgo.

CARACTERÍSTICAS DE LA CIUDAD. Nanawa es una ciudad situada en el departamento de Villa Hayes, frontera con Clorinda (Argentina) y próxima a Asunción, rodeada totalmente por causes hídricos que cíclicamente la someten a inundaciones severas.

Su condición de punto limítrofe favorece la actividad comercial como principal medio de subsistencia de su población, potenciada además con la concurrencia de pobladores de la Capital que acuden hasta el puerto por los mismos motivos.

Se creó y crece sin ningún tipo de planificación de impacto medioambiental. Como consecuencia, las frecuentes crecidas de los ríos que la rodean provocan aislación de su población, disfunción de sus actividades cotidianas, pérdidas materiales, desarraigo, entre otros problemas.

Cada 2 años el agua llega a la cota 59 e inunda el 30,4% de su superficie; cada 10 años sube a la cota 60,84 y anega el 80% del territorio. Cuando sucede esto la única vía de comunicación es el agua, puesto que la ruta y los caminos quedan cubiertos.